Qué pequeño se siente uno ante tanta inmensidad. En ocasiones sentia que no iba a poder con tanto pero ya estaba montada en el paquete, no habia vuelta atrás. Sólo queda caminar, si el bolso está pesado o no ya no importa, no hay donde dejarlo.
¿Por qué resulte aqui? ¿Quién me manda a venir?: No todo viene en bandeja de plata, tenemos que trabajar y sudar literalmente por lo que queremos. Así aprendemos a valorar un poco más las cosas
Nos llegó un muchacho de la nada y nuestra reacción inicial fue desconfianza, pero después de un rato hablando nos dimos cuenta que era uno más, un amante de la naturaleza, de la montaña.
Un perro omnipresente que nos obligaba a ver que no eramos los únicos en la montaña. En la lluvia no podiamos sino preguntarnos
¿Dónde estará Marta? ¿Estará bien?. Era inevitable no pensar en su bienestar, aún cuando quién sabe cuanto tiempo esa perra ha estado ahi.
Es raro... hace 1 año ni me imaginaba todo lo que iba a estar haciendo. El 31 de diciembre no sabia qué responder cuando me preguntaban cuáles eran mis propósitos de año nuevo, ¿saben? a veces me es dificil saber qué haré en la semana y me van a preguntar mis planes de 1 año :P No queria decir "ehm si, bajar 15 kilos, y ordenar mi cuarto", lo tipico. Además, se te va a olvidar en 15 minutos asi que deja el falso interés, gracias.
Llegué mal acostumbrada a tanta "tranquilidad". Caracas, mi hogar, se convirtió en un sitio muy caótico para mi,
"de fieras salvajes, ya no hay quien salga loco de contento, donde quiera te espera lo peor...." ; pensé que estaba acostumbrada, pero me di cuenta de mi equivocación cuando me siento encerrada por tanta gente, paranoica de que me vayan a robar lo poco que tengo. Ya no confio en nadie. Me siento mal al caminar y que la gente tenga que pasar tan cerca mio, no sé quién me puede jalar la cartera, no sé si el que me ve está viendo piensa si soy una presa fácil.
Es triste, porque pensaba que era feliz en mi caos, y ya no, no estoy tranquila. Caracas no cambió de la noche a la mañana, siempre ha sido insegura, sin embargo algo cambió en mi que me hizo más consciente de eso. Ahora, extrañaré esa extraña tranquilidad de la montaña, del campo, de la playa, de todo lo que no sea CIUDAD.
Pero estoy feliz :)